Llega la época estival y a todo el mundo le apetece por una motivo u otro usar su motocicleta, ya sea para ir al trabajo, viajar, pasarlo bien, o ir al circuito a sacarse el estrés o a mejorar su marca.

En estas circunstancias de alta temperatura ambiente y asfalto es cuando tendremos que tener más cuidado con las presiones que llevemos en el neumático ya que a causa del calor la presión y el volumen cambian notablemente y las consecuencias de una presión errónea suelen ser fatales.

La situación más común de olvido del mantenimiento de nuestros neumáticos es cuando conducimos la moto habitualmente. Seguro que se nos olvida por completo chequear la presión por culpa de la monotonía del uso. Si a eso le sumamos las altas temperaturas de la temporada de verano, el rendimiento de las gomas cae en picado, aumenta el riesgo, el desgaste, y altera el manejo de la moto.

Por eso tenemos que tener como prioritario casi al mismo tiempo que ponemos combustible, chequear las presiones. Para más comodidad, también puedes comprarte un manómetro de bolsillo y hacer el chequeo periódicamente.

Por otro lado, si tenéis la moto parada durante meses y solo la usáis en temporada, el chequeo y reajuste de presiones será obligatorio y esencial, ya que, aunque la tecnología de los neumáticos ha evolucionado mucho, el sellado entre llanta y cubierta sigue siendo penetrable.

Por muchos años que lleve en este oficio siempre me entra la duda de cual ha de ser la presión correcta y adecuada ya que los neumáticos evolucionan constantemente y la variedad tanto en carcasas y compuestos es muy amplia.

El mejor consejo es hacer caso de las indicaciones del fabricante que cada vez son más precisas, pero estas pueden variar en función del tipo de moto y manera de conducir.

Para aclarar todas estas dudas quizás sea mejor preguntar al que sabe más de estas cosas, al protagonista de los hechos, el propio neumático Sr. Conti.

¿Puedes explicarnos cual es la presión adecuada en estos días de calor? y si no la llevamos correctamente ¿cuales pueden ser las consecuencias?

“Si empiezo a dar vueltas fresco y voy por la calle o la carretera he de salir con la presión que mi fabricante indica. Si es invierno ese volumen de aire permanecerá casi intacto y la presión se mantendrá durante todas las vueltas que realice. Mi compuesto ganará algo temperatura, pero desde el primer momento me agarraré fuerte y giraré rápido.

Si es verano, además de llevar bronceador y gafas de sol, tendré que salir en frío entre 0,1 y 0,3 Bar menos de lo que marca el fabricante, ya que al rodar me calentaré más. También dependerá de si mi conductor le de más caña o vaya más tranquilo; cuanto más caña más margen tendrá que haber entre la presión original y la final que tendrá que quedar en el valor que mi fabricante indica.

Si voy sobrepresionado, patinaré en exceso, perderé grip, no avanzaré, ya que mi huella sobre el asfalto será menor tanto al acelerar como al frenar.

Si por el contrario voy demasiado bajo, la carcasa oscilará y se deformará en exceso, tanto al frenar como al acelerar, ya que la huella sobre el suelo será mayor. Me costará girar, provocaré más consumo de combustible y el compuesto se degradará prematuramente.

Si me llevan al circuito puedo partir hacia pista de dos maneras distintas, fresquito o calentito por los calentadores. Seguramente mi carcasa será más dura y podré trabajar a menos presión. En ambas circunstancias saldré entre 0,2 y 0,4 Bar menos de lo que la presión final en caliente indica el fabricante. Esto puede variar dependiendo de la temperatura del asfalto, ambiente y la caña que imprima el piloto. Saldré durante dos vueltas, me detendré, chequearé, corregiré y ya podré volver a pista de nuevo para darlo todo.”

Os invito a preguntar cualquier duda que tengáis al respecto si la respuesta de Conti no ha sido suficiente. En próximos post comentaremos temas sobre como hay que conducir para preservar y alargar la vida de los neumáticos sin perder sensaciones, o qué motivos hace que un usuario confíe o sea fiel a una marca o modelo y no a otra.

Albert Escoda