Cambiar los neumáticos cuando están gastados y reponerlos por unos nuevos siempre es una grata experiencia; qué gusto cuando se estrenan zapatos nuevos, cómo se nota cuando los estrenas y cómo cambia de repente el comportamiento de la moto. Cuando apuras la vida del neumático y haces el cambio a otro juego nuevo, el cambio es espectacular. Recordad que Continental ofrece la tecnología TractionSkin que permite estrenar el neumático sin miedo de deslizamientos peligrosos y evita que el neumático patine recién montado. Además, suprime el rodaje inicial del neumático dotándolo de una superficie micro-rugosa, convirtiéndolo en el neumático más seguro desde el principio.

Después del periodo de desgaste de seguridad de un neumático, llega el momento del cambio; durante todos estos kilómetros, el neumático ha ido deformándose de distintas maneras. Si la moto está en buenas condiciones y la conducción ha sido variada, el desgaste habrá sido homogéneo. Recordad la tecnología MultiGrip que dota al neumático de una mayor resistencia a la rodadura gracias a su banda central más dura y asegura un desgaste homogéneo sin escalones gracias al control de la temperatura en el momento de su vulcanización. Resumiendo, se trata de obtener mejor agarre gracias a la flexibilidad en el área de los hombros, obtener una banda de rodadura resistente al desgaste, conseguir mayor kilometraje y un desgaste homogéneo.

Pero si la moto no cumple con los mínimos y la conducción ha sido monótona, el desgaste habrá sido irregular. En este último caso es cuando al realizar el cambio a los nuevos, se notará más diferencia de comportamiento; sin embargo, si no se reparan o mejoran las carencias del mantenimiento de esa moto, el desgaste volverá a ser prematuro.

Recuerdo en las carreras de resistencia de 24h los impresionantes relevos de piloto, repostaje de combustible y cambio de ruedas, y cuando me tocaba estrenar neumático, la primera media hora de relevo de carrera, que duraba aproximadamente 75 minutos, comportaba una confianza máxima, y no solo por los mejores tiempos, sino por el control total de la moto. Pasada esa media hora de gran intensidad, el neumático iba cayendo paulatinamente de rendimiento y entonces era cuando el pilotaje aumentaba para adaptarse al progresivo desgaste. Es inevitable que el desgaste de los neumáticos sea en condiciones extremas o menos intensas, pero la puesta a punto de la moto es vital para que ese desgaste sea útil hasta el final de la vida útil del neumático.

Cuando llega el momento del cambio hay que realizarse algunas preguntas vitales. ¿Qué neumáticos son los más adecuados? y ¿dónde podemos ir a disfrutarlos? Si los neumáticos que hemos estado usando hasta el momento han cumplido bien su cometido y han dado un buen resultado, no hay motivo para cambiar de marca y modelo, si es que no ha salido al mercado una nueva evolución con mejores prestaciones, y es aconsejable cambiar la pareja; y lo más importante, no caer en la trampa de poner neumáticos específicos para otras disciplinas. Por ejemplo, sería un error montar unos neumáticos Touring para ir al circuito. Del mismo modo, sería el mismo error si montaseis unos de circuito para usar por la ciudad o hacer ruta. Cada neumático está diseñado para un uso concreto, si lo sacáis del entorno natural para el cual ha sido creado, probablemente tendréis problemas de estabilidad, desgaste o rendimiento; por tanto, hay que elegir el neumático adecuado pensando en el tipo de moto que tenéis y donde lo utilizaréis.

Si tenéis alguna duda al respecto, solo tenéis que dirigiros a este link http://www.continental-neumaticos.es/moto/tires donde podréis ver la separación por categorías de uso, especificaciones y tecnologías de cada neumático, y los que se adaptan o son más adecuados para vuestra moto.

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