Revisión, presión y mantenimiento
Ya está aquí el buen tiempo y siempre apetece salir con la moto. Sin embargo, con la llegada del verano, las altas temperaturas también nos obligan a prestar más atención a nuestras gomas. Aunque esto depende mucho de la zona en la que nos encuentremos (interior, costa, humedad, temperatura…), es indispensable hacer el mantenimiento correcto y cuidado necesario. Te damos varios consejos para que lleves todo en orden y solo tengas que preocuparte de disfrutar de tus vacaciones.
1. Revisión de la banda de rodadura
Aunque no necesites cambiar tus neumáticos, es importante saber cuál es el estado de ellos antes de, por ejemplo, un largo viaje. En muchas ocasiones pecamos de usar hasta el límite, alegando la típica excusa de “tampoco voy muy rápido”. Si se apuran los neumáticos hasta el final, os pueden sancionar las autoridades por ello o, mucho peor, más probabilidades de pinchazos, menos agarre en seco y en mojado.
Cuando sobrepasamos el límite, la pérdida de agarre es directamente proporcional al desgaste de la goma. De esta forma, para evitar sustos o graves problemas, consulta el dibujo en la bande de rodadura. Todas las gomas vienen preparadas para poder apreciar visualmente el límite, por lo que solo tendréis que hacer comprobaciones visuales periódicas.
Primero de todo, tenéis que buscar las siglas TWI (Tread Wear Indicator), que significa indicador de desgate de la huella. Las siglas las encontraréis en el lateral del neumático. Hay varias en todo el lateral. Donde veáis la sigla, tenéis que mirar a la misma altura, en el interior de las ranuras del dibujo, donde encontraremos unas protuberancias. Si hay bastante profundidad, no es necesario cambiarlas. En caso de estar cerca de estas señales o haberlas incluso superado, debes sustituir los neumáticos.
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2. Presión de los neumáticos
El calor tiene una gran influencia en el estado y rendimiento de los neumáticos, y es que la presión varía en función de la temperatura. Si no tenemos especial cuidado durante los meses de más uso, podrías comprometer el funcionamiento seguro de la moto y el rendimiento final de los neumáticos.
De esta forma, cuando nos encontramos en días de calor y pretendemos realizar desplazamientos (ya sean cortos o largos), es imprescindible que comprobemos la presión antes de iniciar el recorrido, con el neumático lo más frío posible, sin mover la moto y si es posible, a la sombra. En caso de que el desplazamiento sea por un viaje de largo recorrido, con carga máxima, la comprobación regular es fundamental.
Aunque depende de la zona, en verano se pueden alcanzar temperaturas muy altas durante el día, mientras que pueden ser muy bajas por la noche, con diferencias de hasta 20°. Esto significa que la presión de los neumáticos puede variar hasta un 8%.
La presión recomendada siempre está disponible en el manual de usuario o bien en algún punto del chasis o bastidor de la moto, y el ajuste de la misma se debe hacer siempre en frío, y como hemos dicho antes, si es posible a la sombra para evitar que el calor del sol modifique los parámetros básicos de presión. No se deben realizar variaciones de la presión fuera de lo que especifique el fabricante del vehículo.
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3. Mantenimiento y cuidado
El exceso de calor también es importante a la hora de estacionar o guardar tu moto. Lo ideal que sea un lugar fresco, seco y oscuro. Es decir, lo mejor es aguardar tu moto en un garaje, ya sea durante el sofocante verano o en invierno. Lo ideal en estas fecha sería que la temperatura rondase los 25-28 ºC, aunque lo normal es que en estas fechas suba bastante esa cifra en muchas zonas de España. En el caso de no disponer de un garaje, evita las largas exposiciones al sol, a la humedad o a los fuertes cambios de temperatura. Así que ten un ojo en esto, aún si usas la moto todos los días.
En el caso de dejar la moto unos días sin usar, es recomendable pasar un trapo humedecido con agua por toda la banda de rodadura. Esto hará que seamos más conscientes del estado real del neumático y si hay algún tipo de suciedad impregnada. Nunca viene mal una limpieza general de la moto con los materiales adecuados.
Como siempre, recuerda supervisarla con frecuencia, tanto los compuestos como el estado de la moto en general. Sobre todo la presión de las gomas y evitar que sufran daños.