«Los Continental TKC 70 siempre han ido de maravilla»
En Continental tuvimos el placer de poder hablar largo y tendido con Hans (@riderhans59), un motoviajero de 65 años que se crio en Madrid y que documenta sus viajes por todo el mundo. De padre alemán y madre alicantina, Hans tiene mucha experiencia en enduro, pero sus largos trayectos de miles de kilómetros con la BMW R 1200 GS y, en ocasiones, junto a su mujer le están dando repercusión en redes sociales. Y ante tales desafíos, este motoviajero ha decidido usar los Continental TKC 70 para su próxima aventura por el Amazonas: «Van muy bien para un poco de arena o barro y agarran muy bien en curvas. Su banda rodadura central sin cortes hace que la moto en modo viaje vaya muy bien sobre asfalto. A mí me duran 12.000 o 13.000 kilómetros».
Pregunta: Antes de comenzar, siempre nos gustan saber un poco cómo despertó la pasión por las motos. ¿Cómo fue en tu caso?
Respuesta: Creo que con eso se nace. Mi madre dice que antes de decir “papá” y “mamá” yo ya hacía “brum, brum”. Desde la cuna, cada vez que oía una moto la buscaba con la cabeza. Debe ser algo que naciese con ello. En mi caso, mis padres jamás me dejaron comprar una moto y nunca tuve familiares moteros. Nada más tener un poco de dinero, me compré una vespa y ahí empezó todo. De una a otra moto, viajando por España. Porque, aunque mi nombre sea alemán (Hans es el equivalente de Juan en español), me siento de Madrid porque me crie allí, aunque ahora resido en La Nucía (Alicante). Aunque hablo perfectamente alemán, mi padre es de allí y mi madre alicantina. Soy un cruce.
P: Llevas a tus espaldas muchísimos países y aventuras por todo el mundo en moto, y parece que de momento no vas a frenar. Haces excursiones de enduro y también miles de kilómetros con tu BMW R 1200 GS.
R: Los viajes de enduro son cortos, de unos cinco a diez días. Es una parte pequeña de los viajes, aunque una parte extensa de mi experiencia en moto. Luego me compré ‘La Gorda’, una BMW R 1200 GS Adventure con la que empecé a hacer viajes más largos, y también con mi mujer. Hemos hecho viajes muy largos. Empecé a soñar con la Ruta de la Seda, y lo hice en 2016: cruzamos toda Europa hasta Polonia, Ucrania, Rusia, Kazajistán, frontera de China y volver por Irán, Italia… Lo hice con un amigo y es cierto que ahora es complicado hacerlo con la guerra. Descubrí los TKC 70 en ese viaje, y fueron de maravilla.
P: ¿Tienes alguna meta personal en cuanto a descubrir mundo?
R: Es una buena pregunta, y no te sé contestar muy bien. Está claro que me gusta, porque no lo haría si sufriese. La gente me pregunta cómo paso tantos días fuera de casa encima de la moto, y yo les digo que me cansa mucho más ir todos los días al trabajo. La moto tiene una cosa que no tiene un coche. A lo mejor lo tiene una bicicleta. El hecho de que vayas a cuerpo libre hace que la gente se acerque. Da igual el país. Te preguntan de donde vienes, a dónde vas… La gente es muy hospitalaria. Que en Irán te inviten a sus casas es lo más normal del mundo, pero en otros países donde la gente es más cerrada, también.
No es sólo montar en moto. El empaparte de otras culturas y darte cuenta que tu manera de vivir no es la única. Que hay otras maneras y mejores que la tuya con mucho menos dinero. Al final, es una pasión. La moto es un medio para conseguir conocer gente, otras culturas… Lo que puedas ver de otros sitios por televisión o noticias, ni punto de comparación a lo que vives. Te da una imagen completamente diferente.
Al principio, cuando comienzas a viajar en moto, ves un desierto y te sorprende mucho. Cuando ya has visto cuatro desiertos y cuatro junglas, ya no te emocionas. Es una mierda estar muy viajado porque te dejan de emocionar las cosas, pero lo que te sigue emocionando es la gente.
P: Tu próximo desafío es la Ruta del Amazonas, dividido en varias partes. Un recorrido alucinante y que seguramente llevabas tiempo planeando.
R: He de decir que no es sólo moto, también hay avión y barco. Mi mujer y yo volamos desde Madrid a Salvador de Bahía (Brasil) y el plan es recorrer el norte de Sudamérica. Cruzamos la costa hasta la desembocadura del río Amazonas, rumbo a Santarem y navegaremos por el Amazonas. No digo más, lo contaré todo en mis redes sociales y puede que haya algún pequeño cambio. Nuestra intención es pasar por Venezuela, a pesar de los consejos de algunos de mis seguidores de no hacerlo.
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P: ¿Qué dificultad esperas para esta aventura?
R: Pues la mayor parte del tiempo voy por asfalto. Te diría que el 95% del viaje será por asfalto. Eso sí, las autopistas quedan totalmente descartas. Todo por carreteras secundarias. Las pistas que suelo hacer con mi mujer las suelo medir mucho, no hay que arriesgar. Cuando voy de viajes trail y voy sin responsabilidades, a lo mejor me arriesgo un poco más.
P: Las ganas las tienes, eso está claro, pero es importante el medio. Explícanos por qué escogiste en su momento la BMW R 1200 GS. ¿Y tienes pensado una sustituta? Ya va de camino a los 200.000 km…
R: No la voy a sustituir. Además de Continental, en mis viajes me apoya un concesionario de BMW en Alicante. Siempre me dicen que me dejan la nueva R 1300 GS, pero no la cambio. Primero, porque le tengo mucho cariño de todos los viajes que he hecho. Segundo, porque está demostrado que es fiable.
Luego, tiene otras cosas muy importantes que la hacen una viajera excepcional: cardán, protecciones…Va fantástica por carretera y si llevas los neumáticos adecuados también puedes hacer pistas. A mí me enamoró esta GS y, aunque tiene algo de electrónica, nunca me ha fallado. Con lo que te funciona, confías.
P: Una moto que vas a calzar para el Amazonas con los Continental TKC 70. Equilibrados y capaces para hacer un poco de off-road. ¿Por qué decidiste estos neumáticos?
R: Pues como he dicho antes, descubrí los TKC 70 en la Ruta de la Seda, y me fueron de maravilla. Es un viaje de 25.000 km. Estos neumáticos tienen una banda de rodadura central bastante dura, pero son blandos en los laterales y tienen buenos surcos. Van muy bien para un poco de arena o barro y agarran muy bien en curvas. Y esa banda rodadura central sin cortes hace que la moto en modo viaje vaya muy bien, sobre asfalto. A mi me duran 12.000 o 13.000 kilómetros sin ir al límite. Si me apuras, hasta 14.000 km dejándolos lisos. En ese viaje llevamos un juego de repuesto y fue perfecto, un par para la ida y otro para la vuelta. He probado otros neumáticos, pero la seguridad que me dan esos neumáticos no me los ha dado otras marcas. Siempre he llevado esos en la BMW, excepto los de origen.
P: ¿Qué esperas de estos neumáticos? El recorrido es muy largo y, por suerte, podrás calzar nuevas gomas durante el viaje.
R: Ahora que estoy preparando el viaje por el Amazonas, estoy mirando dónde puedo conseguir otro juego, para no llevarlos encima. Hay países en los que no encuentras Continental, como en Asia. En EEUU me costó encontrar, pero en Sudamérica los hay. Entonces más o menos calculo hasta los 11.000 kilómetros. En este caso me toca por Medellín, Colombia, y allí hay muchos talleres donde tienen Continental y los TKC 70 que quiero. Unos días antes me pondré en contacto con ellos para que me guarden un par.
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P: Llevas varios años viajando. ¿Algún país se te ha resistido por problemas de logística o planning? ¿Y cuál ha sido el más complicado hasta la fecha en cuanto a recorrido?
R: En 2020 tenía todo preparado para hacer EEUU, Canadá y Alaska, pero llegó el COVID. Cuando ya se podía en junio, ya era demasiado tarde para arrancar y poder llegar a Alaska sin nieve ni frio. Dos años después lo intentamos de nuevo, pero me denegaron la autorización por haber visitado Irán e Iraq. Me pillé un cabreo importante. La cita para la autorización me la aplazaron para el año siguiente… Ese ha sido el viaje que se me resiste.
Y el más duro fue el primero, la Ruta de la Seda. No sólo políticamente por los visados, donde por cierto estuve detenido en Uzbekistán. Es duro porque en aquella parte del mundo la gasolina es muy mala. La gasolina allí tiene menos de 80 octanos y eso destroza el motor. Llevábamos un litro de un líquido que sube el octanaje, y cada vez que repostábamos le echábamos un poco. Y luego, por las pistas. Son muy duras. Nos metimos por el valle del Ferganá y tardamos tres días en hacer 200 kilómetros. ¡Tres días!
P: Si tuvieras que recomendar un viaje en moto para los viajeros moteros principiantes, ¿cuál les dirías para empezar en este mundo?
R: Sudamérica. Y lo he recomendado a varios amigos y se han lanzado a hacerlo. También por su gente y la lengua, que si sabes español pues te facilita muchísimo la experiencia. Y qué decir de sus paisajes. Es el primer viaje que recomendaría, sin duda.
P: Compartes gran parte de tus experiencias en tus redes sociales, ¿cuál es el mensaje que quieres transmitir a tus seguidores?
R: Yo no era de Facebook, Instagram ni nada. Me hice un Facebook con mis conocidos para mostrar el viaje, y lo cierto es que los mensajes de ánimo y algunos consejos me llenan mucho. Es un contacto con tu gente, es muy bonito. Te vas esforzando en hacer mejor la crónica, hacer buenas fotos… Han pasado ocho años desde esa primera vez y mis redes han ido a más. Seguramente no conozca a la gran mayoría, pero los comentarios positivos me encantan. Además, al no tener cientos de miles de seguidores puedo contestar a todo el mundo. Hay veces que por redes incluso me ofrecen habitaciones para descansar. La comunidad es increíble, y ahora incluso cualquier motoviajero que venga por Alicante puede pasar por mi casa para dormir, comer o reparar su moto.
P: ¿Siguiente aventura después de la ruta del Amazonas?
R: Me queda un gran proyecto y es el africano. El problema es que siempre hay países en conflicto. Guerras que desconoce la gran mayoría, pero las hay. Sin embargo, sigo a motoviajeros que lo hacen, entonces entiendo que es cuestión de lanzarse. Ya he estado en África, pero no en un viaje tan largo. A veces pienso que se me está pasando el arroz. Me encantaría hacerlo.
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